ROSARIO
Xalpatláhuac Guerrero, México 1993
31 años de edad, 12 años como fierrera
Salario: $2000 MXN ($120 USD) a la semana
-Mi nombre es Rosario, la mayor de siete hermanos y la más bella.
A los 16 años llegué a la Ciudad de México sin saber realmente qué hacer o en qué trabajar. Por un tiempo trabajé en una fábrica de costura, un día fui a un baile y conocí un grupo de chicas quienes trabajaban en la prostitución y las cuales me invitaron a trabajar con ellas.
Ante la necesidad, la prostitución fue la opción más rápida y accesible para mí, era un trabajo duro que me proporcionaba dinero de manera rápida, lo cual era necesario para enviar el sustento a casa, mamá trabajaba como personal de limpieza en una casa en el pueblo y mi padre era campesino y el ingreso no era suficiente para sostener un hogar. Y así transcurrieron tres largos años.
Mis compañeras de trabajo en la prostitución me ayudaron a comenzar mi transición de manera rápida y a sentirme plenamente a gusto conmigo misma físicamente, como siempre había soñado. Cuando me sentí lista y la situación económica de mi familia se había estabilizado, decidí abandonar ese mundo. La prostitución es un empleo duro en donde la violencia, los abusos, los vicios están a la orden del día.
Un conocido del pueblo me mencionó que había una obra de construcción y me invitó a trabajar con él. Siempre he sido fierrera. Al principio, solo cargaba varillas, cortaba alambre y alambrón para mis compañeros, pero hoy en día, no solo cargo varilla, sino que también corto, doy forma y hago los amarres en los castillos de la construcción. Estudié hasta sexto de primaria, y el trabajo en la construcción me facilitó el poder seguir con mis estudios a través de un programa especializado para trabajadores del sector. Actualmente, me encuentro estudiando la secundaria.
El trabajo me ha endurecido, y he aprendido a evadir comentarios discriminatorios y violentos como “Tú no eres mujer”, a lo que respondo: “Soy una mujer trans* ¿Por qué te asusta?”. Disfruto demostrando que ser una mujer trans* no me limita, y que mi capacidad física es incluso mejor que la de ellos.